Oregón desarrolla el primer sistema legal de la nación para la psilocibina

Laurencio López Núñez quiere que los estudiantes tomen la substancia de la psilocibina en serio.
“Para nosotoros, como los cuidanderos, la vida de otra persona es sagrada. Y con la vida, no se juega. Lo que deciamos a los alumnos, es que la vida se respecta. La vida se ama. La vida se cuida”, aseguró López Núñez. “(Siento que hay) mucha responsibilidad.”
Laurencio es autor, botánico, practicante de medicina tradicional y uno de muchos en Oregón que ayudan a informar a futuros facilitadores a medida que el estado desarrolla el primer sistema legal de la nación para la psilocibina.
Los votantes de Oregon aprobaron la medida electoral 109 en el 2020, legalizando el uso de la psilocibina regulada por el estado, a veces llamada hongos mágicos.
Al final de su capacitación aprobada por el estado, los estudiantes podrán solicitar una licencia con la Autoridad de Salud de Oregón. Una vez que obtienen la licencia, pueden guiar a las personas a través de experiencias con la psilocibina.
Los residentes no podrán entrar a una tienda y comprar la psilocibina, como pueden hacerlo con cannabis en muchos estados. Oregón está creando una política que enmarca el uso legal más como un servicio de salud que como un producto.
“La gente ha asumido que este es un modelo de dispensario, similar al de la cannabis”, señaló Angela Allbee, quien administra los Servicios de Psilocibina de la Autoridad de Salud de Oregón. “El único momento en que un cliente puede vender y consumir psilocibina es en un centro de servicio autorizado. Tenemos más de 70 páginas de regulaciones relacionadas con esto”.
Los centros de servicio de psilocibina en Oregon podrían abrir sus puertas tan pronto como a finales del verano. Pero los facilitadores calificados y con licencia constituyen solo una pieza de un intrincado rompecabezas.
Según la Ley de Servicios de Psilocibina de Oregón, cualquier persona con la edad suficiente para beber legalmente puede acceder a los servicios de la psilocibina. Los clientes no necesitan una nota del médico ni una receta, pero deben completar una sesión de preparación con un facilitador autorizado antes de participar en una sesión de consumo en un centro autorizado.
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